Nuestro cerebro es el director de orquesta de nuestro cuerpo, todo debe pasar por él antes de generar cualquier tipo de respuesta. La forma en la cual se comunica nuestro cuerpo con el cerebro y viceversa es algo que vale la pena indagar. Conocer este maravilloso sistema de comunicación nos ayuda a comprender cómo actúan los procesos mentales y emocionales en nuestro cuerpo para no sentirnos identificados y no caer en bucles de pensamientos de los cuales muchas veces no podemos salir.
Los pensamientos son de la mente y las emociones/sentimientos son del cuerpo
Nuestro cuerpo es el templo para vivir la experiencia, todo lo que nos rodea es percibido por él y todo lo que hacemos con él es posible gracias a la comunicación directa con el cerebro.
Veámoslo de la siguiente forma, para que tu cuerpo se mueva, respire, el corazón lata, etc. Necesita ser operado por el sistema nervioso, es un canal de comunicación para que todo en el cuerpo se mantenga en armonía y que todas las estructuras que lo componen puedan trabajar al unísono.
Existe una comunicación directa entre tu cerebro y tu cuerpo, donde las señales con información viajan del cerebro al cuerpo y del cuerpo al cerebro. Esto permite que el cerebro siempre esté alerta de lo que el cuerpo siente y el cuerpo responde a las órdenes del cerebro.
Toda esta comunicación ocurre de forma automática, de manera subconsciente. Te imaginas tener que, además de las tareas diarias que nos exige la vida, estar pendientes de que el corazón lata, de respirar, de decirle a cada pierna que se mueva, etc. ¡Sería una locura!
Nosotros solo somos conscientes del 5%, lo que nos ayuda a poder realizar nuestras actividades diarias sin problemas. El otro 95% corresponder a programas automáticos, que al igual que un computador, le indican al cuerpo qué hacer en cada momento.
Cuando pensamos, varias estructuras son movilizadas en este acto. Un pensamiento “x” activa una red neuronal, si es el caso, tu cerebro comenzara a dar órdenes a tu cuerpo para que se sienta de la forma en la cual estás pensando. Por esa razón cuando pensamos en un episodio del pasado nuestro cuerpo comienza a sentir como si eso estuviera sucediendo. El cuerpo no sabe de “líneas de tiempo” para él todo ocurre en el momento, y es tu mente la que le indica como sentirse, en palabras simples, eres tú, con tus pensamientos el que le está indicando al cuerpo como sentirse.
Esta comunicación es maravillosa para conseguir lo que deseamos. Imagina que comienzas a pensar en que quieres tomarte unas vacaciones, comenzaras a pensar en los lugares donde te gustaría ir. En tu cuerpo comenzaran a nacer sensaciones de felicidad y entusiasmo, lo que te llevara a moverte de la cama y hacer todas las acciones necesarias para irte de vacaciones.
También ocurre que, si estás pensando en tomarte vacaciones, pero tus pensamientos son más bien del tipo “no tengo dinero”, “no tengo el tiempo”, “eso no será posible”. En ti comenzarás a nacer sensaciones de tristeza, frustración, rabia, miedo. Lo que te llevara a no moverte de la cama y quedarte en posición fetal lamentándote por ser desafortunado.
La emoción es un impulso para la acción. Son químicos en tu cuerpo que te indican que acción tomar. ¿Se comprende?
Debido a que la mayor parte de lo que “creemos ser” corresponde a programas automáticos, muchos de nuestros pensamientos y su correspondiente emoción son productos del pasado. Por eso respondemos de la misma manera y terminamos viviendo una y otra vez las mismas experiencias.
Esta situación se agrava cuando vivimos aceleradamente, cuando vamos corriendo con la vida y no nos damos el espacio para escucharnos interiormente ni ser reflexivos antes las diferentes situaciones que la vida nos presenta. Vamos respondiendo de forma automática, con programas, formas de responder al medio que aprendimos en nuestra infancia y que hasta el día de hoy repetimos sin siquiera cuestionar si esos pensamientos son de nosotros o si sencillamente fueron aprendidos de alguien más.
Nos vemos tropezando una y otra vez con la misma piedra, dejamos pasar una y otra vez las mismas oportunidades, culpamos al universo/dios de la situación que acontece, nos quedamos siempre en el mismo lugar sin poder desarrollarnos, y así podrías continuar con un largo etcétera…
Tomar conciencia de tus pensamientos inconscientes y observar las pautas emociones que te hacen sentir y actuar de determinada forma, te ayudara a desprenderte del pasado y serás capaz de accionar como tú deseas y no como esa pauta mental-emocional te indicaba.
Eres mucho más que tus pensamientos y emociones, eres la consciencia detrás de ellos, eres quien los observa. Asume tu responsabilidad y deja de una vez por todas de vivir en el pasado y conseguir esa vida que anhelas.
Se viene más…
Francisca Castillo
Mis años como terapeuta y mi propio proceso en la búsqueda de mi bienestar me ha llevado a creer profundamente en nuestra propia capacidad para gestionar nuestra vida desde el amor y la aceptación de uno mismo. Comprender que dentro de nosotros están todas las respuestas y confiar en que nadie más que uno sabe lo que quiere nos proporciona la verdadera libertad que tanto buscamos.
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