Coaching de Desarrollo personal

Todos tenemos anhelos, deseos ocultos que han sido reprimidos por miedo o culpa. Vivimos en una sociedad demasiado estricta, desde pequeños nos imponen reglas, nos forman para que seamos de determinada manera. Si eres mujeres debes ser educada, comportarte como “señorita”, no llamar demasiado la atención mostrando tu cuerpo. Si eres hombre debes ser fuerte, no puedes llorar, si expresas lo que sientes eres una “niña”, debes dar el ejemplo. ¿Te suena familiar alguna de estas frases?

Cuando somos pequeños nuestro deseo más grande es conocer el mundo, experimentarlo. Lamentablemente en los primeros años de nuestra vida en cuando más somos influenciables, y todo lo que absorbemos de nuestro entorno lo tomamos como verdades absolutas. No somos capaces de razonar las situaciones que vivimos y estas experiencias crean una idea de como es el mundo que luego replicamos cuando somos adultos.

Muchas de nuestras conductas actuales son reflejo de experiencias en nuestra infancia, la forma en la cual comprendimos el mundo. Yo tuve un padre que no estuvo muy presente en mi vida, crecí escuchando a mi madre quejarse de él y verla haciendo todo lo posible para poder educarnos. Para mí mis relaciones de pareja eran de dependencia y temor, temía profundamente que mi pareja se fuera en algún momento. Era demasiado complaciente, me dejaba de lado a mí misma con tal que la otra persona me amara. Además de esto, era muy exigente conmigo misma, me sentía demasiado incómoda si mi pareja me ayudaba y buscaba hacerlo todo yo, ya que me sentía vulnerable si pedía ayuda. No fue sino hasta unos años atrás que pude ver como la relación de mis padres creo una directriz en mi vida y sin ser consciente estaba replicando la misma situación que ellos vivieron.

Esto nos sucede en muchas áreas de nuestra vida, creemos que las ideas, valores o creencias son nuestras, pero no siempre es así. Sin ser consciente cargamos con una maleta de información que atesoramos como nuestra, pero son productos de lo que alguna vez nos dijeron, vimos o nos inculcó nuestro entorno.

Cuando hablo del entorno me refiero a tu familia, amigos, cercanos, tu trabajo, el pueblo o ciudad donde vives, etc. Un claro ejemplo de esto es ver como en algunas culturas las personas son más afectivas, cercanas, amistosas y en otras son menos cálidas, estrictas, rígidas y poco tolerantes.

La cultura y la sociedad en la cual vivimos están llenas de normas y reglas de cómo debemos ser y comportarnos. ¿Te ha pasado que en tu familia te han llamado la oveja negra? Esto ocurre cuando en nosotros existe una inconformidad que nos lleva a ir en contra de la estructura familiar y nos volvemos rebeldes ante la autoridad, reglas y normas impuestas.

Me gustaría aclarar que si alguna vez te sentiste que no encajabas en tu entorno cuentas con un gran poder que te llevara a conseguir maravillosos sueños.

Hoy en día somos más las personas que despertamos y queremos salir de todas estas estructuras y normas impuestas. Un día nos despertamos y sentimos que la vida que llevamos no es la que queremos, nos gustaría estar en otro lado, haciendo otras cosas. Las actividades que realizamos a diario ya no nos llenan y comienza a nacer un sentimiento de inconformidad que nos hace sentir culpable de alguna manera.

Si te está ocurriendo esto no te desanimes, hay una parte de ti que está despertando y creando esta inconformidad para que te muevas y busquen nuevos rumbos más allá de lo impuesto y de lo que “se espera de ti”.

Hace unos años me ocurrió lo mismo, desperté estando en una relación que no quería, viviendo en un pueblo que no me agradaba. Me visualizaba viajando, trabajando para mí misma y conociendo otros países. No te voy a mentir que me sentía avergonzada por querer otras cosas, me sentía culpable por pensar que en mi pueblo no tenía futuro, pensé que estaba siendo arrogante y dude mucho antes de dar los primeros pasos que me llevarían a vivir la vida que ahora estoy viviendo y que ocultamente deseaba.

Con este Coaching de desarrollo personal quiero invitarte a un viaje hacia tu interior para que conozcas tus propios deseos y puedas llevarlos a cabo sin peros ni culpas. Cuando estamos preparados para dar un salto en nuestras vidas, todo a nuestro alrededor se pondrá incómodo. Es la vida mostrándonos que estamos preparados para alcanzar algo más. Somos nosotros los que debemos movernos de esa falsa comodidad para recibir eso que tanto anhelamos.

Este Coaching es un acompañamiento de 8 semanas donde te guio personalmente para que puedas conocer tus ideas, creencias y deseos. Semana a semana vamos a trabajar con herramientas específicas para ti. Esto te permitirá conocerte, observar tus limitaciones, miedos y “peros” que nacen cuando decidimos realizar un cambio en la vida.

Durante este proceso mantendremos una comunicación directa, te ayudaré a resolver tus dudas y motivarte cuando sea necesario. Te entregaré herramientas que no solo te ayudaran durante este periodo, sino que serán herramientas para la vida. Vas a comprender como nacen esas estructuras mentales que te condicionan y como poder programarlos e incorporar nuevos pensamientos que te den mayor libertad, goce y plenitud.

¿Te atreves a dejar atrás tus limitaciones y antiguas creencias para conseguir esa vida con la que sueñas?

Este coaching no es la “panacea” a todo tus problemas, pero sí obtendrás un conocimiento profundo el cual te permitirá construir con cimientos firmes la vida que deseas.

Si te interesa conocer más puedes solicitar gratuitamente una reunión personal conmigo y hablamos más en detalle sobre este proceso, su abordaje y como te beneficiaría este coaching en tu proceso.

Te invito a escribirme sin compromisos y resolver todas tus dudas francisca@arrebolsalud.com

Somos por naturaleza divinos, abundantes, con todas las posibilidades para desarrollarnos plenamente ¿qué te está limitando a ser la mejor versión de ti mismo?, ¿conoces tus propias limitaciones?, ¿conoces y valoras tus fortalezas?

¡Te invito a experimentar y conocerte!