Presencia, indispensable para nuestro autoconocimiento

¿Has podido observar cuando estás percibiendo la vida desde un pensamiento, una idea o una creencia? Se que esto no es tarea fácil, vivimos con muchas programaciones y automatismos que no siempre tenemos la consciencia para ver con claridad desde donde estamos actuando, si desde nuestra mente o de nuestro corazón.

Si soy capaz de reconocer y aceptar que la mente aloja muchas “verdades a medias”, “creencias” e “ideas”. Estas se irán mostrando poco a poco a medida que yo trabaje en este estado de presencia, de consciencia.

La presencia no es más que estar presente, ser capaz de observar lo que ocurre sin dejarme llevar por el pensamiento y las ideas de este. Esta presencia me permite observar los hechos en concreto, me permite observar ese diálogo mental constante y tener claridad de mis propias ideas respecto a las cosas y como estas están gobernando mi vida. Esta consciencia/presencia me permite gestionar estas “ideas” y adoptar otras que tengan una relación más armoniosa entre el YO y mi SER SUPERIOR.

La presencia nos conecta inmediatamente con la divinidad que somos, no hace falta hacer nada. Para lograr estar presente debemos acallar nuestra mente y sus ideas para permitir que lo “real” se exprese ante nuestros ojos.

¿Cómo logró estar presente?

La presencia es un estado natural en nosotros, el trabajo es poder conectar con ella, manteniéndonos concentrados y sosteniéndola.

Lamentablemente la mente nunca quiere estar quieta, hoy en día vivimos con tanto estímulo mental que siempre está saltando de un lado hacia otro por lo que perder el foco de atención en muy fácil.

Pero no estamos del todo perdido, podemos entrenar poco a poco a nuestra mente para que se concentre en el momento presente dejando pasar las distracciones. Es aquí cuando las meditaciones, respiraciones conscientes, visualizaciones, mindfullnes, entre otras, llegan como herramientas casi caídas del cielo para poner en marcha nuestra práctica de “presencia”.

Creo que en este punto es importante entender los ciclos de la vida, como todo nace, se desarrolla y muere. Todo, absolutamente todo sigue este ciclo, incluso los procesos de la mente. Si me siento atascad@ porque estoy repitiendo una y otra vez un patrón, debo comprender que solo la  constancia en querer cambiarlo me llevará al triunfo. No puedo esperar que solo con un par de respiraciones una vez a la semana alcance ese estado de presencia permanente en mi vida, es como querer construir un gran edificio solo con un par de ladrillos.

Siento que si queremos dar ese salto cuántico en nuestras vidas para vivir plenamente, somos nosotros mismos los que debemos entregar el mayor tiempo y dedicación para poder alcanzarlo. Práctica diariamente tus meditaciones, date el tiempo de respirar lento y profundo cada vez que puedas, permítete hacer las cosas que te gustan, cierra tu boca y abre tus oídos a los sonidos de la naturaleza que nos envuelven donde quiera que vayamos conectándonos con la esencia.

Pon en práctica el arte de estar presente con esta respiración y cuéntame cómo te va en el proceso.

Con amor, Fran.